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lunes, 4 de noviembre de 2013

La he visto.

Se sienta con aire distinto
creyéndose diosa suprema
distinguida en tierra de mortales,
pero jamás pudo guiarse
en la carrera de su vida.

La he visto ser ella misma
y puede que también otras tantas,
otras que me recuerdan a ella
pero que no llegan a su altura,
por eso se deja soñar
y follarse también a ratos.

La he visto bailar como ninguna
y besar también como nadie,
la he visto gozar consigo misma
para verstirme acompañada
de versos sueltos sobre la cama.

A veces sé todo lo que piensa
y me cuentan sus ojos lo que calla
cuando no quiere verse en el espejo
pero se quita la ropa para mi.

La he visto, olido y palpado,
por eso estoy un peldaño por encima
de todo aquello cuanto me rodea,
aunque a veces esté debajo
y me deje perder entre sus piernas.

El día oscurece, aquí llega,
me silva para que encuentre el camino
que me lleva directo a su pecho;
yo me dejo guiar como distraido
pero siempre sé a dónde me lleva.

jueves, 24 de octubre de 2013

A escondidas

Me gusta esconderme en el silencio de tus besos
y poder perderme en los caminos de tu cuerpo,
la fragancia de tus labios y los que no lo son,
tus formas de convencer sin nunca negar nada
y tu forma de expulsar el aire entre caladas.

Me gustas cuando te vistes de monja indecente
para aparentar ser una puta reformada,
tu forma de beber como un ruso desfasado,
las manera sque tienes para mirar de reojo
y puede que cuando te pones a cuatro patas.

Que únicamente cuando ella dice -te quiero-
solo los tontos clavan sus miradas al suelo
sin poder atreverse tampoco a mirar al cielo,
y es posible que sepan que no se los merecen
o es posible que les entre pavor de escucharlo.

Admito que tambíén formo parte de esos tontos,
aunque solo mi alter ego me permita amarla
a escondidas sin que ella quiera o pueda enterarse.
Pero a veces levanto la mirada del suelo
para encontrar los motivos de por qué la quiero.

martes, 15 de octubre de 2013

Cuando te como la boca.

Mis dedos huelen a tu sexo que nace en tus labios,
impregnándome gota a gota su aroma
para dejarse morir cada noche en mi boca
cada vez que te como los labios.

Te recreas y gimes y galopas
y envuelves mi frío cuerpo con tu calor
cotidiano que tantas veces buscamos
para dar gusto al placer de fundirnos
y, minutos despues, separarnos.

Cuando te como los labios
se hinundan todos los paraísos
que se abren a las puertas de tu ropa
para dejarme morir por siempre
y ahogarme en cada noche
que te abres y cierras, y te posas.

El mundo entero se detiene
cada vez que como los labios
para empezar a girar alrededor
de una habitación en penumbras
cuando pasas el calor de tus labios a mi boca.

miércoles, 9 de octubre de 2013

La carrera.

Somos dos gotas de agua idénticas
que se deslizan sin fin
de tus pechos a tus piernas saboreando
todos y cada uno de tus centímetros.

Son dos gotas que saben a ti,
y por mucho que me esfuerce
e intente encontrarlas en otro sitio,
no se parecen a cualquiera.

Aún siguen bajando por el pecho
y se deslizan, con suavidad, por las caderas,
para perderse como nunca lo hicieron,
como jamás pudieron soñar
para poder llegar a tus piernas.

Es un polvo hecho travesía
marcado por el ritmo de nuestros cuerpos
que no quieren bajar el ritmo
para que puedan, esas dos gotas,
terminar su carrera.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Yo y mi imaginación

Mis manos superan a mi imaginación
para abrazarte en lo más profundo de mi pensamiento
y a veces, puta mía,
dar rienda suelta a mi deseo
de jugarme la vida y la boca
por un poco más de ti,
por seguir moridiendo tus labios
o perderme a tientas en tu mirada.

A veces te busco como el que no busca nada
para encontrarte desnuda en mi cama,
o vestida a sus pies
porque quieres que sea yo quien te desnude
y sin embargo no sabes que eso
ya lo hago desde hace tiempo con la mirada.

Es cierto que nunca imaginaste el momento
de llegar al punto de unir tu tripa
a la de un fiero y solo poeta herido,
o que buscarías dos besos de más
para humedecerte las bragas
sin traerte recambios.

A veces, solo sueño con estar despierto.
A veces.
Otras con el imposible de quitarte la ropa
y verte desnuda sobre mi cama;
lo cierto es que tengo una imaginación poderosa,
tanto
que nucan sé a quién le escribo
y si me paro a pensarlo me digo
-y a mí ¿qué coño me importa?-

domingo, 1 de septiembre de 2013

Ella.

Ella.
Ese puto único motivo que,
cuando se acuesta desnuda en mi cama,
hace que el sol sienta ganas
de rebotar entre las paredes
de un cuarto sin ventanas
para no poder molestarnos.

Ella.
El punto de inflexión y meta
que realizan a diario mis dedos,
tocando al viento cuando se balancea
para no molestar su desaire.

Ella y, solo ella, consigue que no sea nadie.

Ella.
Creadora de los mejores versos
sin necesidad de plasmarlos en papel
porque tiene quien pierda el tiempo en su nombre
y, sin embargo, no salen tan perfectos
porque son reductos de alusiones.

Ella.
Domadora y bestia de mi bandera,
patria de la ciudad de sus piernas,
estandarte de musas y diosas,
responsable de todos los motivos
por los que hablo y escribo
y que me falten las palabras
para decir siempre lo mismo,

que es ella.
Solo ella.
Variante y causa inamovible
pero, solo, cuando no está conmigo.

viernes, 23 de agosto de 2013

Acabado en mi eterna soledad



-En la ventana de mi habitación tengo puesta una flor que vive conmigo, cada vez que sufro un mal de amor, un pétalo de esa rosa cae y lentamente acabamos con nuestras vidas. Nacimos por separado pero nuestras mierdas de vidas están sujetas por el mismo hilo.

Nacimos por separado sí, pero ahora mamamos de la misma tierra, del mismo puto suelo donde no para de caérseme la cerveza. No necesita agua para la fotosíntesis, ya hay alcohol de sobra para los en el suelo.
Tal vez el hecho de haber perdido a la mujer de mi vida tenga algo que ver con el nivel de vida que tengo ahora mismo. No pretendo culpar a nadie, son cosas de la vida, unos vienen y otros van, al menos me queda el consuelo de saber que se fue siendo feliz ¿A caso la culparías tú?

No… al principio pensaba que era por su culpa, que si se había ido era porque no luchó lo bastante. Después me arrepentía de mis palabras y me daba cuenta que la culpa era en parte mía por lo estar cuando más me necesitaba. Lo cierto y verdad es que se fue por cosas del destino, así es la vida, nada nuevo ¿no? 
Aún pienso en ella, hace un mes de su marcha con un solo billete de ida para no volver nunca más, pero pienso en ella como si se hubiese ido hace un par de horas. No sé, es raro, ni tan siquiera tengo ganas de echar un polvo, ni tan siquiera de hacerme una triste paja a oscuras, no necesito nada de eso, solo la necesito a ella y sé que ya no va a volver, que la he perdido para siempre y por siempre.

Ella era la más hermosa mujer que haya visto nunca, su piel suave como la cera incitaba a soñar despierto que mis dedos la tocan, sus ojos verdes cautivaron a un olivo que se tiñó del mismo verde de sus ojos por envidia. Es tal su hermosura, que Afrodita, tal y como en el juicio de Paris me pide que entregue la manzana de oro a las más bella de las dos, era una diosa despampanante, con largo pelo de oro caído hasta llegar a la cintura y una voz dulce y angelical.

Yo cegado por la belleza de esa mortal que desprendía amor al contrario que Afrodita, bella de entre todas las bellas, pero gélida de amor de tan engreída, más bien se le parecía a la puta de Anajarte que toda llena de encanto sólo pensaba en calentar la bragueta de todo el que se pusiera por delante.

La balanza se inclina sobre mi amor, provocando la ira de la diosa que como castigo por mi infamia decide enviarme a Cupido, el eterno insatisfecho para lanzar una flecha de odio a mi amor o tal vez a mis huevos ya que era lo único que está haciéndome ese imbécil de aquí a un tiempo.

Era una fría tarde de invierno cuando el último pétalo de mi rosa cae marchito sobre mi cama. Era un pesadilla, un jodida pesadilla. Ni tan siquiera podía besarla mucho menos rozarla, sus piernas, sus largas piernas, lejos de mi alcance.

Ya no puedo más, el corazón de tanto latir me va a estallar, veo a esa mujer todos los días y puedo gritar a los cuatro vientos y decir que la quiero… pero la soledad se ceba en mí y la melancolía inunda mi pecho como si fuese una jodida bala atravesando el corazón de un soldado. La tristeza me ahoga y tan solo espero el momento de la llegada de mi sueño. 

Cae la noche en mi habitación siendo mediodía, las persianas están subidas, las cortinas recogidas, son solo las cinco o seis de la tarde pero no entra ni un solo rayo de luz al cuarto. Pasan las horas y en la oscuridad veo su cara, la toco… pero tan solo es un sueño, ella no está, no la he tocado en ningún momento, ni tan siquiera está ahora mismo aquí, conmigo, de todas formas es el único momento en dos días en el que he encontrado una falsa felicidad. 

Todo es un simple sueño, una hermosa mentira en la quisiera vivir. Pero lo cierto es que estoy despierto, en este puto mundo, deseando y maldiciendo mi vida. Deseando que todo que este mundo lleno de mierda, de podrida y asquerosa mierda fuese como el título de Calderón de la Barca “La vida es sueño”. Pero no, tengo que joderme y esperar a la oscura noche para seguir soñando.

Lo malo de los sueños es que son traicioneros y lo mismo que te muestran una cosa te pueden mostrar, dos segundos después, todo lo contrario y convertirse en una pequeña realidad esporádica que toca los huevos. Como mi vida, como estoy, como siempre. Nada nuevo, nada nuevo.

Ahora si la veo despierto, estoy delirando y por ello tengo miedo y a la vez felicidad, es una sensación algo rara. Espera, empiezo a saber lo que es, cierro los ojos y todavía está ahí, es amor, amor que lleva mi sangre por todas las venas de mi cuerpo.

En un desesperado intento de terminar con este dolor, cierro los ojos y de mi habitación en el más oscuro rincón junto mis manos para pedir a Dios que me lleve al fondo del mar y que se ahoguen todas mis penas en la mar para librarme de esta agonía, para que la soledad me parezca divina, porque sé que nunca más veré su cara, ni siquiera esos ojos verdes, ni su piel blanca cual nube en verano. 

Ruego que nunca me deje solo con mi amor a solas pero siempre se desvanece cuando sólo me quedan dos pasos para llegar a ella, ya no sé qué hacer ni qué decir. A veces corro para pillarla pero siempre logra escaparse de mí, como si fuese niebla, aire, viento.

El miedo me va invadiendo como una jodida inundación, como si fuese un maremoto. Lo hace con ferocidad y parece que quiere destruirme. Menuda ironía, mis propios miedos quieren destruirme y parece que lo están consiguiendo más rápido de lo que se imaginaban.

Mientras, espero la llegada de mis súplicas, me acerco al armario donde tengo unas botellas de alcohol, sin otra cosa que hacer y para matar el tiempo mientras espero la hora de mi dulce fin, abro una botella de whisky de treinta años, un gran reserva que tenía mi padre reservado para mí el día de mi boda y que solo le habíamos dado un trago cada uno, quería guardarla y seguir con esa tradición, pero su marcha merece más un trago que una estúpida boda con su maldita firma de unos papelitos ante un cura que, en los tiempos que corren de seguro es un pederasta.

Pero ni con el alcohol consigo borrar mi amargura.
Triste, solo y borracho lloro en silencio mis penas. No hay nadie que pueda ayudarme ni tampoco lo necesito, yo solo puedo terminar con esto. Recibir ayuda es de fracasados, perdedores que no tienen cojones a dar un golpe de autoridad en su propia vida. No, ellos solo esperan verte llorar, el resto no les importa una mierda.

Lo cierto es que nunca se me dio bien llorar delante de la gente y tampoco a solas, sino es con una buena botella de whisky o unas cuantas cervezas, tampoco puedo hacerlo, tal vez yo mismo vea como una debilidad el simple hecho de llorar, o de cobardes, pero esa esta noche me apetece llorar.

Descargarme por una puta vez en mi vida con un buen llanto y probar de una jodida vez a qué saben mis lágrimas. No es que tenga mucha curiosidad por cómo saben, pero ella no puede regresar y lo necesito.
Me arribo dando tumbos a mi escritorio, cojo papel y lápiz y esparzo hasta la última gota de mi amor sobre el papel mojado de tanto llorar por ella, escrito dejo que ahora no lo sabe pero que siempre la quise, siempre, sin importar la situación, el momento o el lugar.

Lo que escribí no me acuerdo, creo que no lo soñé, que lo escribí de verdad pero ya te digo, no lo encuentro. Creo recordar que te lo di a ti la semana pesada ¿es posible? Y si no, no importa, no lo quiero para nada, era solo esta absurda sensación.

Ahora sí, mareado, con náuseas y un fuerte dolor de cabeza me tumbo en la cama, las paredes se mueven enfrentándose las unas con las otras con el único propósito de caer al suelo para derrumbar así la casa sobre mí pero no me importa, estoy deseando que caigan, que caigan y esparzan mis jodidos sesos por el suelo.

Yo, harto de una discusión que no me interesa para nada y ante escándalo sin igual, duermo…  ¿Qué es esto? ¿Qué ocurre? No recuerdo su nombre, sus ojos ni su voz, ya no me acuerdo de su cara ni su cuerpo, pero sin embargo me encuentro en paz, no me siento mal, de repente se me ha pasado todo el sufrimiento que nublaba mi mente y atosigaba mi pecho. 

Pero todo se acaba y suena un despertador… ¿Qué ocurre? No me puedo levantar, no puedo pensar… tan solo puedo soñar sin soñar nada. Cada segundo noto que me hundo en una acogedora soledad, ya no sé qué significa amor. 

Ahora lo entiendo todo, se ha cumplido lo que yo más deseaba, ha llegado mi fin. Tal vez ahora pueda volver a hacerle compañía, tal y como he deseado desde hace varias semanas. La verdad es que desde que se fue, mi vida dejó de tener sentido alguno.

Pero en esta paz me nace otro problema y es que sufro por no volver a verla, sufro por no poder tocarla, pero lo que más me duele sin duda es no poder amarla.

Pensándolo fríamente, tal vez no esté muerto y esto sólo sea uno de esos estados en los que el alma abandona al cuerpo por unos instantes para cumplir aquello que tanto deseamos, pero tampoco estoy seguro, la resaca no me deja pensar con claridad.

¿Qué opina usted de todo esto doctor? ¿me estoy volviendo loco o es algo normal cuando desaparece la persona que siempre has querido de la noche a la mañana? Yo no encuentro respuesta alguna.- 

Tras mi monólogo de diez minutos se hizo un breve silencio, yo sentado en esa tumbona tan cómoda, de estas clásicas que tienen casi todos los psiquiatras, y el doctor en su silla, con los dedos entrelazados, cavilando una respuesta para poder decirme alguna chorrada o mandarme directamente alguna pastilla para la puta depresión. No, necesitaba pastillas para la depresión, solo un cubata más y verla una última vez, eso es todo lo que necesito, nada más, nada más.

Estaba jodido, no llegó a abrir la boca el loquero cuando, de repente, una voz apareció por la ventana, una dulce y suave voz que no me pasó desapercibida, era ella, podía oírla, era su voz, su tono y su mesura y su pausa, pero ella no estaba. Un espíritu, eso me parecía, pero ya soy un hombre con pelos en los huevos y no hay cabida para los espíritus ¿o es que acaso tú aun la tienes?

-Querido, vamos, ya es la hora, recuerda que hemos quedado para comer en casa de mis padres hoy, como todos los domingos- dijo, pero no aparecía por ningún sitio y su voz retumbaba entre aquellas cuatro paredes pintadas de color salmón.

-Pero… no es posible- dije- te fuiste, todos te despedimos hace hoy justo un mes, no es posible ¿qué significa esto?-

-David, venga, no te hagas más el remolón que se nos está haciendo tarde, déjate ya las tonterías o me voy a enfadar- me dijo esta vez en tono más alto que la anterior.

Fue entonces, en ese preciso momento cuando desperté y allí estaba ella, mirándome, acostada a mi lado en la cama, con la boca preparada para darme un beso de buenos días, desnuda, como acostumbra a dormir. Así es muy difícil no levantarse de buena mañana por muy mal que lo haya pasado en el sueño con una jodida pesadilla. Yo sudaba, ella se dio cuenta como siempre que me pasa algo.

-¿Has tenido pesadillas?- preguntó.
-Nada que me haya podido quitar el sueño, pero eso sí, quiero que me prometas una cosa- me cortó la frase a medias.
-¿Qué quieres que te prometa?- sonrió.

Nunca hasta ese momento me había dado cuenta de lo jodidamente enamorado que estaba de su sonrisa, de la curva que toman sus finos labios y, sobre todo, la forma de posarse la mueca sobre las mejillas. Me quedé mirándola por unos instantes, atontado, disfrutando del momento y dando gracias por haber sido solo un asqueroso sueño.

-Prométeme que no te vas a morir- me levanté de la cama, me vestí y nos fuimos a comer. Los dos, como espero que pase siempre durante muchos domingos de muchos, muchos años.

sábado, 17 de agosto de 2013

Una de sesenta





Cincuenta y nueve ventanas cerradas
Y una sola abierta.
El viento sopla hacia ellas
Para rebotar muriendo en las persianas,
Solo una ventana acoge sus átomos
Para bailar a su son las cortinas.

Se oye gemir el viento melodioso,
Se dirige a ellas
Y solo una escucha su canto,
El resto lo rechazan,
No saben apreciar la melodía
Que acompaña en forma de hoja de árbol.

Yo lo oigo
Y acompaño a esa triste ventana
Escuchando al suave viento
¿Quieres oírlo tú?
Una de cincuenta y nueve abierta;
Una sola ventana, inmensa.

lunes, 5 de agosto de 2013

Fuera de contexto.

Montar un andamio para llevarte a la luna,
gozar de ti en todos y cada uno de tus sentidos,
amarte siempre pero amarte más por tus adentros,
domarte para que seas mi única gantera,
apretarte seguramente contra mi pecho
para que no pudieras soltarte, aunque lo intentes,
y tirarte a la cuesta del olvido cuando quiera.

Perder la noción de lo real
cuando decides dar un quiebro de caderas
para dejar a un lado a todos los babosos
(yo incluido, puta endiosada)
que intentan, sin conseguirlo,
besar el suelo que pisas.
Ya no serás nada,
si acaso humo y, otras veces, aire,
y no somos más que dos sombras en las cenizas.

Sombras de amor esparcidas de mi fue,
sin conseguir doblegar estos despojos
para decirte una y mil veces
que lo real es todo cuanto quieras,
dividido mi mundo
entre las sumas y restas que dan tus caderas.
Que solo soy un tiempo pasado
de lo que viene siendo tu futuro escueto,
y el resto del tiempo
me dedico a contar las horas por el sueño
de llegar el día en el que retroceda el tiempo.

Que solo soy un puto aventurero
que se atrevió a darte besos y tatuarte,
con tinta indeleble,
todos y cada uno de estos malditos versos.
Que cuando miras aún sabes de sobra
toda la mierda que siento
y solo tu espalda tiene cabida para alojar
tantas estrofas decadentes sin pretexto.

domingo, 28 de julio de 2013

En versos de nadie.

Los versos poco importan
si no estás mirando cuando los escribo
estando a mi espalda,
y los labios que tantas prisas me traen
pierden toda urgencia
de la noche a la mañana.

No digo que tengas prisa
por bajarte las bragas,
ni tan siquiera sé el secreto de tu risa
cuando, después de mirarme,
te giras y haces la despistada.

Tampoco sé de los misterios
que guardas cuando estás acongojada,
o cómo se te sonrojan
las blancas mejillas
que forman la bandera de tu cara.

Por buscarte a tientas, chiquita,
tuve la suerte de encontrarte
estando desocupada,
rezagada en el monte de los dioses
desde donde vigilas
para que no llegue a ocurrirte nada.

Por todo eso eres musa
y diosa
dentro de mis versos
y cuando estas fuera
no eres nada.

viernes, 26 de julio de 2013

Porque eres diosa y puta (audio)



Es una locura, lo sé, pero después de tanto tiempo ¿qué más da? Primera prueba de poema subido en audio, veremos a ver si sigo o no, según la aceptación que tenga mi voz. El poema es uno que tiene ya un par de meses, pero es mi favorito y el de unas cuantas personas más. Va por esas personas que me apoyan y me animan a seguir.

miércoles, 24 de julio de 2013

La Ruleta Rusa

Me das la voz del silencio
donde me recreo en todos los sabores
que dan al aroma
de la puerta
que abres cuando se te antoja.

Nadie puede decirte nada
porque en parte eres diosa
y sabes de tu condición demoledora
para arrasar a quien quieras
cuando te venga en gana.

Por eso llevas las apuestas
cuando subes a la ruleta rusa
para que nadie gane
en la apuesta de la vida
y te deje humillada.

Que giras tus caderas al compás
de la suerte que creas cuando pasas
con los pies por el cielo,
miras a tierra
y ríes de los que apuestan.

Pero cuando juegas contra mí
te dejas ganar para darme coba
sin que me de cuenta
que al terminar la partida
siempre gana la banca.

Pero al sacar las cuentas
y multiplicar los sumandos
siempre te sale a deber
un par de besos
y dos cigarros.

lunes, 15 de julio de 2013

Algún día.

Algún día tus piernas serán más deseadas
por todo lo que ponga en mis versos
que por todo lo que te guardas,
algún día.

Algún día dejarás de ser tan perfecta
y mostrarás tus adentros
sin tapujos ni escrúpulos que valgan
para dejarte saborear
en todo tu explendor.

Algún día el susuro será escondite
donde alojarse el gemido
si te sientes temerosa de nuevo
y tienes la necesidad de taparte
sin ponerte prenda alguna.

Y algún día tampoco serás mi pantera,
ni veré más esos ojos de gata
que siempre arañan mi espalda.
Pero mientras tanto,
nos vamos a lo oscuro
que follando
de seguro se nos pasa.

sábado, 13 de julio de 2013

Por cómo eres, soy.

Llegados a estas alturas
que son tan tempranas y viejas,
me atrevo a contarte
lo que ya muestras a escondidas.

Porque quieres ser de la nada
formando parte del todo,
por eso busco en tu mirada
la complicidad que añoro.

Y tal vez sea el kilometraje
que escondes tras las piernas
el que me haga dar impulso
para convertirme en aventurero.

Tal vez sean tus dudas
que guardan un -sí-
las que me invitan a soñar
que te tengo atrapada,
en mis brazos,
para no dejarte ir.

Porque eres guardiana de la luna
y y quiero robarla para ti,
quizás se apor eso, chiquita,
por lo que estemos destinados
a un viaje de ida
sin billete de vuelta.

Y tal vez
todo lo que escondes
sea solo el preludio
de lo que ya sabemos
pero que no quremos contarnos.

Porque tú eres
por eso,
yo,
soy.

martes, 9 de julio de 2013

Intercambios.

Cualquiera puede decir "miralá"
y "cómo mueve las caderas",
cualquiera puede llegar y decir
que tiene ojos de gata-pantera,
o intentar surcar sus océanos
desde los rincones más profundos.

Pero sabe mejor que nadie
hacer que pierdan el rumbo
los barcos
que intentan domar sus mares.

Nadie supo de ella
hasta que ella quiso
y va de sobrada por la vida
porque domina sus pasos
y los que van tras ella,
por ejemplo:
los míos.

Que podemos ser lo que quieras
y yo todo cuanto me pidas,
hasta entonces te cambio
un par de besos por cervezas,

o te los cambio
por caricias
que cuando se hacen heridas
no llegan a cerrarse,
porque saben
y, con el tiempo,
arden.

sábado, 6 de julio de 2013

Diosa discreta.

La noche surcaba en oleadas de alcohol
convirtiendo al caprichoso azar en leyenda,
y sólo da tregua cuando tú lo pides,
manejando los tiempos verbales a tu antojo
como si fueras una diosa en la noche discreta.

Te creas a ti misma sin arrastrarte
a los infiernos que creas cuando besas
con la boca pequeña, sabiéndote
irreparable en cada destrozo
cuando chocas con el deseo de tu lengua.

Sabes que no tienes que llamar la atención
para llamar la atención cuando pasas
al lado de los que somos mortales,
y sabes que no tienes que redundarte
para hacer perder a los hombres la cabeza.

Que eres secreto y vicio,
y como ya lo sabes,
te das en pequeñas dosis
ocultas en ti misma
para que no te deseen
como nadie se merece,
pero tú ya lo sabes.

Por eso dejo por escrito
cómo amar a una diosa jodidamente discreta.

martes, 2 de julio de 2013

Te sabes.

La perfección forma parte
de tu risa y tus caderas,
y lo sabes y presumes orgullosa
de ser prácticamente perfecta.

Sólo conozco esas pocas
y tengo serias dudas
de sacarte imperfecciones
por más que pase el tiempo
o te vaya conociendo
según te venga en gana.

Te sé
y te sabes
completamente única
e irrepetible.

En el silencio te recreas
si me quedo sin palabras,
y sabes dar juego
a los versos cuando escasean.

Te sabes perfecta
y si careces de algo
no son más que recodos
que nacen en tu aburrimiento.

Tú lo sabes
y yo también,
da igual cuanto se investigue;
es un ritmo perfecto
marcado por tus caderas.

miércoles, 26 de junio de 2013

Cuatro dudas.

Me quedan en el interior
cuatro dudas.

Saber quién soy a estas alturas,
domar los sentimientos
y corromper las dudas
de cuánto y qué
o quererte a oscuras.

Si coger mis manos de poeta herido
y lanzarme al vacío,
llenar la soledad
con la ausencia del vino
o matar los versos
de tu olvido.

Y siguen quedando un par de dudas.

De si mis pies marcan el camino
o retroceden
si por momentos me pierdo
y vuelo solo cuando estás aquí
pero no estoy contigo.

Si vendrás a recoger la sal
que dejaste en mis labios,
si vendrás al tiempo
o te irás para no volver,
volver al tiempo
y con tiempo
el olvido.

Me quedan en el interior
cuatro dudas,
no es que sean muchas,
solo cuatro
que marcan mi destino.

sábado, 22 de junio de 2013

La vida en un cigarro



Volví la vista al cigarro, a cómo se consumía con cada calada y el paso del tiempo, ajena su existencia al paso del tiempo. Por estúpido que pareciese, deseaba ser como un cigarro pero no en cualquier boca, no en una boca despreciable como la mía, quería ser uno de esos cigarros marcados por el rojo de los labios de alguna mujer preciosa, los de mi exnovia por ejemplo. Deseaba ser inmute al dolor del paso del tiempo, quería tener una corta vida inerte, sin sufrir, sin pensar… sobre todo sin pensar ya que el sufrimiento, por mucho que lo neguemos, forma parte de nuestras absurdas vidas, no hay un remedio para el sufrimiento.

martes, 18 de junio de 2013

Ven a sonreir

Ven que burlemos a la noche
mientras fundimos nuestros cuerpos
en el mismo colchón sin demora.
Dame tan solo un intento
y con una cerveza enamoraré
tu sonrisa escueta.

Ven a gozar a mi rincón secreto
de noches entrelazadas en nuestras manos,
bajando por tu ombligo
mientras olvidamos al mundo
que nos dio la espalda que ahora miro.

Te miro, me besas y rio sin más,
bajando tus caderas muero en tu zagüán,
el mismo donde te desnudaba
sin llegar a quitarte la ropa.
Insinuando tus curvas redentoras
que cuando miras
mueres por mí.

A la luz de varias cervezas
confundo tu dorado con la menestra
de soñar
que algún día serás mía,
pero aún no lo sabes
y yo en la espera
sonrío sin más.

viernes, 14 de junio de 2013

Entre renglones torcidos.

Mi vida se escribe en renglones torcidos que no pueden enderezarse por sí mismos. A veces, a veces los llamo e intento convencerlos de que ellos solos pueden conseguirlo, otras veces son ellos por su cuenta quienes lo intentan. A veces, como de costumbre, como casi siempre no lo consiguen porque se encuentran perdidos entre las nubes de sus piernas o intentando rizar aún más el rizo de su pelo.

Mi vida se escribe en los renglones torcidos que dan a mi infancia. En el recuerdo de ese absurdo juego que era la rayuela, pintada con tiza en una calle cualquiera. Mi vida eran esos saltos, la pata coja y el cruce de piernas para llegar a la meta a la par que tiraba la pequeña piedra. Pero ya solo quedan unos pocos recuerdos que sé, por suerte o desgracia, que no podré volver a revivir.

Es esta ausencia de sentidos, el renacer de las palabras moribundas. Es creer en un dios que no existe más allá de tus caderas o mis narices, según me venga en gana. Es la soledad, mi puta soledad, la única que escribe el transcurso de mi vida, y lo hace, con renglones torcidos.

sábado, 1 de junio de 2013

Nos vamos.

Por mucho que pasen las lunas
sigo sin tener más sentencia
que un borroso mapa detallado
de tu cuerpo,
grabado a fuego suave y lento,
perdido como un ciego sin bastón
lacayo de tus caderas,
desamparado.

Que mato por sentirme asesino
y aunque no tengo ganas de matar
muerdo siempre que sea preciso
tu olvido,
tus giros endemoniados,
los pasos que mueves y llevas
y el salitre que creas cuando no estás
a mi lado.

Que soy príncipe y ogro,
escultor y temerario rondo
a media noche por tu barrio
solo,
cobarde y esquivo, despiadado,
pasional y triste, amoroso y apagado,
creador del cielo en el infierno
si pasas por mi lado.

Potro salvaje de tus desdenes,
invitado impropio a tus caderas
cabalgo a solas por los descampados
buscando
mayor cobijo que una luna
fría y mustia entre mis manos,
destructora del tiempo que tenemos
domiciliado.

Por eso corro, por eso callo,
que ya no te guardo la montura
por miedo a que no sepas usarla
o que no estés dispuesta,
pero si te sientes valiente
y quieres hacer un despropósito,
no tengas miedo y sube,
que nos vamos.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Como los esquimales.

Ir a la cama sin ti
eso como vivir en un iglú sin ropaje
ni fuego,
como estar a mano desnuda
arañando tu ausencia en los bloques
de hielo,
es morir de calor y frío
cuando vuelven tus recuerdos.

Ir a la cama sin ti
es como dejar morir la hoguera
que me da el calor que necesito,
y echarle leña
para hacer más grandes las cenizas
que me dan
las ocho letras de tu nombre
grabadas con tu fuego en mi cuerpo.

Ir a la cama sin ti
es como ser un esquimal solitario
desprovisto
de un techo donde refugiarse,
buscando una nariz que frotar:
la tuya.
Es no tener más piel que la suya
cuadno el frío duele y aprieta.

Eso lo sabes, chiquita,
y sé que estoy perdiendo el tiempo
si digo
que en ese iglú soy más feliz
que entre todos tus fríos besos,
que eres sed
y hambre que recorre mi cuerpo,
mi Donna Angelicata en destierro.

Que te sabes todo eso
pero escondes más de lo que muestras,
te sabes
el cambio que tienen los colores,
la fugacidad de las miradas,
el sabor
de las cenizas que alimento
por abrigarme en otras pieles,

que te sabes única
sin saber cuánto vales desnuda,
dormida
en la odisea que sólo tú puedes crear
cuando te tumbas en la cama,
hambrienta
de todo aquel que esté a tu lado
y se atreva a contar tus lunares.

Ir a la cama sin ti
es el desquicio de la madrugada,
lo es todo
formando parte de la nada,
el rechinar del hielo compacto
de mi almohada,
las curvas de mi bandera patria,
el punto final de mi historia,
las horas
que moría cuando te esperaba,
los distintos nombres que doy en verso
a tu cara.

domingo, 26 de mayo de 2013

Te llevas.

Te llevas y te traes
de tu cuerpo claro a mi mente enfermiza
el itinerario de tus venas
para llevarme dentro de tu mar
desprovisto de trincheras.

Te traes y te vienes,
por eso tu aire se pasea por mi acera
y nunca es el que esperas,
porque mis poros son los ojos
que escondiste tantas veces en tu piel.

Te llevas por siempre
aquellos bares de este triste poeta
donde diste la espalda a la luna,
alejado de tu océano
te llevas mis versos.

Te traes y a veces
vienen contigo todos los orgasmos
que nos regalamos
traicionando al destino
que siempre quiso separarnos.

Y nos fuimos solos,
como dos niños en celo
en busca de sexo apresurado,
escondido en la buhardilla
del amor en desmedida.

Te llevas y te traes
de tus venas rojas a mi alma maldita
el desconsuelo que dan
tus abrazos
cuando fuiste con otro,
porque siempre que desapareces
te llevas
y en mi mente
te traes.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Llegará

Llegará el día que salga mi inquilino
y destruya los frutos de mi árbol
hallanándome el camino
que tanto quisiera transitar,
es solo cuestión de tiempo,
solo está medio dormido
pero algún día despertará.

Llegará el día que me abrace al olvido
y difumine por completo tu cara
dejándome tan solo
tu nombre.
Sé que llegará si soy paciente.
Solo tengo que esperar a su abrazo
para hundirte en la laguna de mi mente.

Llegará el día que no le cante a la luna
baladas tristes.
Una balada larga y sin consuelo
que se convierta en un tango
y los pocos días que me mires
de tango pase a saeta.
Solo hay que pasar las horas grises.

Llegará, mi alma me lo dice,
mi sed de ti ya no lo impide.
Es solo cuestión de tiempo.
Mientras tanto esperaré paciente
a que se me olvide tu nombre;
mi inquilino lo sabe
y en cuanto a olvido no me contradice.

martes, 21 de mayo de 2013

Devuélveme.

Devuélveme los segundos que muero
al cabo de los días pensando en ti,
el tiempo que robamos al reloj
una y mil veces por reiterar
el mismo delito sobre tu pecho.

Devuélveme los besos que te robé
para poder robarte otros nuevos,
los versos que escribí sobre tu cuerpo
con tinta invisible para leerlos
todas las veces que me mirabas.

Devuélveme la parte de mí mismo
que te llevaste con tu despedida,
esa que tanto nos gustaba a los dos
pero que mantienes secuestrada
por si vuelves a enamorarte de ella.

No grito a la aurora la falta que me haces
porque es ella quien me lo grita a mí,
y duele cuando se remueve la caja
que llenamos con todos nuestros recuerdos
apagando la llama entre cenizas.

Devuélveme a ti aunque pase el tiempo,
devuélveme todas las noches perdidas
que me traen una y otra vez tu nombre,
los suspiros y risas que tanto quise,
devuélveme todo cuanto quise.

Epístola: Eternamente tú.

Siempre te he estado observando. Tú siempre brillabas, eso me hacía feliz, por eso te seguía. Quería que hablaras conmigo pero por mucho que corriera no podía alcanzarte; debería haberlo sabido desde el principio... pero quería verte con una sonrisa en la cara.

No me acuerdo de cuando se complicó todo, era divertido estar contigo y pasamos tantos moementos juntos... fuera cual fuera el problema cuando hablaba contigo desaparecía. Eres inteligente, guapa y muy responsable, quizás por eso nunca más podré atraparte.

No podré camionar al lado de la persona que más quiero. No importa, te observaré desde lejos, por eso no te preocupes por mí, sabré cuidar de mí mismo. Solo quiero pedirte un favor: quiero que siempre sonrías; porque eres a quien más quiero, porque todo lo que fuiste y siempre serás.

domingo, 19 de mayo de 2013

Los giros de tu falda

Siento los ojos cansados
de estar cegado por la cortina de humo
que tapas entre la espesura de tus piernas,
guardada entre la flor del inviernos
que doblega mi pensamiento y tu espalda.

El mundo cambia en mis ojos,
lunas de plata y oro adormecidas
donde empiezan los giros
que crecen cuando te subes la falda.
Y viven viejas ilusiones
rotas, ajenas al fondo de mi alma.

Copas nuevas para tragos amargos
tomados al fondo de la barra
que colocas en tu ombligo.
Atrincherado en tu barra libre
cacheo los versos que no te escribo.

Donde nace el olvido
se crea una nueva esperanza
y de olvidarte me olvido,
rezar no sirve ya para nada
ahora que mi Dios se fue contigo,
y con un apego de la suerte
me fui volando,
como el que no quiere la cosa,
contigo.

Deja que siga soñando contigo
y llorar en su debido momento,
que no digan que el mundo está abatido,
todo cuanto quiera está contigo,
y mientras sigan mis recuerdos en tu cuerpo,
yo, estaré contigo.

viernes, 17 de mayo de 2013

Los despojos.

Lo malo es que sé que es imposible todo,
querer como quise,
darlo todo sin mis errores pretéritos,
soñar un futuro sin ver el pasado.

Lo malo de la madrugada
son sus juegos
que asustan siempre y cuando
no estás aquí, conmigo.

Las estrofas incompletas
por el vacio que casusa tu ausencia,
las miradas que no llegan
y esta hambre de ti sin sed.

Lo malo, puta, diosa y pantera mía,
es que somos dos gatos huidizos
en mutua búsqueda
de nuestras dos almas perdidas.

Los despojos de los sueños
que perdimos por el camino
que yo solo dinamité
y tú reconstruías como podías.

Lo malo de ser yo es que no olvido
de ti,
de tu belleza y gracia infinita,
de tu amor y mi desdicha.

viernes, 10 de mayo de 2013

Lo de dentro

Perderme en tu mirada
y en tus adentros,
perderme despacio
y que pase rápido el tiempo,
perderme en ti, solo eso.

Permitirme el capricho
de imaginarte desnuda
a mi antojo,
como ya te he visto
en todas nuestras noches
y tanto me gustaba.

Dudar que me hayas amado
y seguir desnudándote
por tus adentros
como nadie lo hizo
pero están dispuestos a hacerlo
siempre que tú lo pidas.

Explorarte toda
y no ser nunca la misma,
mudar la piel tantas veces
que jugaste al despiste,
tanto que no pude comprender
cómo eras por fuera,
aunque jamás me importó
siempre que te estuviera
explorando por dentro.

domingo, 5 de mayo de 2013

Yo y tú

No seremos ni tú ni yo quien cambiemos el mundo;
ni tú harás sapos por príncipes
ni yo hermosas mujeres por árbol.

Por eso, por mis defectos infinitos
me has olvidado,
pero con ello has olvidado mi mayor defecto:
yo te quiero y aquí te espero, aún te amo,
y amo todo cuanto me recuerda a ti.
Fíjate si es tanto que hasta las lágrimas
más amargas que lloro por haberte perdido amo.

Aún te amo y rugen con furia mis pasiones en mi pecho,
las mismas que tú desataste
y en lugar de adormecerlas les diste rienda suelta
en el mar que por tu cabezonera culpa naufrago.
Naúfrago de tus senos,
ahora pòr culpa de mis palabras y actos, pago.

No seremos ni tú ni yo quienes en este maldito
y retorcido tira y afloja cedamos,
vendrán otras personas con distintas ilusiones,
y matando nuestro mutuo amor ya tirano
será ante ellos a quienes cedamos.

Serás tú quien mate nuestro amor,
y por mi amor loco y apasionado
moriré bajo tu mandato cobarde de rechazo,
si no me crees cierra los ojos, verás en la oscuridad
mi corazón junto al tuyo llorando y abrazado.

Que estén los sentimientos en alerta,
llega la noche con sus jinetes de dolor y llanto.
Que la noche es muy dura y si tú no lo sabes
yo te lo canto con dulces y finas palabras
para oirlas sin caer en el anonimato.

viernes, 3 de mayo de 2013

Mentiras piadosas

No tienen que envidiar tus pupilas al azul del cielo,
ni tan siquiera a las putas que con tanto empeño invoco
para colmarte de bersos cuando me venga en gana,
y es que contigo todo es igual y distinto,
incluso todas las aguas parecen las mismas.

Te miras al espejo sabiéndote única,
te sabes inalcanzable para el que habita en la tierra
y el que vive de sueños no alcanza a imaginarte,
eres peor que una guerra entre Montescos y Capuletos
pues por ti nos enfrentamos los hombres sin consuelo.

Después te bajas las bragas
y finges que te desmayas
pero solo tomas fuerzas
por recuperar aliento
y seguir dando batalla.

Que retuerces la mirada
cuando alguien te pide tregua
porque siempre estás húmeda,
queriendo constante guerra
por que claudiquen derrotas.

No, tú no tienes nada que envidiar los días de tormenta
a las puñaladas que da la lluvia al cielo con los charcos,
tus ojos, tu cuerpo y tus piernas hacen mucho más daño;
vas regalando veneno
por veneno mueres
y por veneno así estamos.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Por ti

Me convertí en rey de los humildes,
en el Dios pagano de los cristianos,
media hora de sexo apresurado,
en cobrador del frac
que va après les coeurs
abandonados en copas de coñac.

Llegué a convertirme en un menchevique,
en gran domador de reyes e infantes,
también en cauce mal acaudalado,
fui también mi enemigo,
bolchevique rico,
viga travesada en tu cornamenta.

Me convertí en doblones de aquelarre,
comme ci comme ça desamparado,
un botones sin cuentas de recibo,
la cota de malla
que siempre quisimos
quitar a Moulin Rouge por descuido.

Fui también aquellos tontos por ciento
que llegan a las puertas del abismo
sin pasar jamás por tu canalillo,
trueque de oficina,
puta de una esquina,
visado de fronteras sin destino.

Por ti fui y seré todos los caminos,
los puentes de Madison de Clint Eastwood,
por ti soy solitario peregrino,
muerta ya mi suerte
quisiera encontrarte
en cualquier baldosa donde habito.

sábado, 27 de abril de 2013

Entre tus narices

El legado de tus narices
es más grande que el de tus piernas,
manda narices
que solo me acuerde de ellas.

Me parece más increible
que aun siendo tan pequeñita
te hagas tan grande
en los locos que te prueban.

El legado de tus narices
me dice que estás abandonada,
que ya no sigues
los sueños que te regalaba.

No finjas estar ausente
escondiéndote en las esquinas
de mi mente
para evitar llegar a la meta.

Hace tiempo que sabes tu suerte
y no hay más tiempo en la parábola
de olvidarte
que el susurro de mi fiel amante.

jueves, 25 de abril de 2013

¿Quererte?

Tan cariñosa y también pasional,
tan arrogante y también desmedida,
calmada y desfasada,
tan niña y señora,
tan tranquila y guerrera
vestida o desnuda.

Tan pícara y coqueta,
tan traviesa y quieta
que haces de la cama
una aventura inesperada.
Te quiero por estas
y muchas más razones.

Te quiero seca o empapada,
feliz o desanimada,
alegre o enfadada.
Te quiero toda en tu medida,
en calma y despiadada,
serena y acongojada.

Te quiero por cómo das batalla
si te sientes abandonada,
te quiero por cómo das importancia
al valor de las palabras,
te quiero porque eres diosa
y formas parte de la nada.

Te quiero por muchas razones
que mantengo calladas,
porque me odias y amas.
Te quiero porque guardo escondidas
todas las caricias
que hace tiempo me dabas.

martes, 23 de abril de 2013

La fea, la mala y la buena

No hay rutina que no me invite
un minuto al día a recordarte,
buscando con mirada perdida
donde aún no ha buscado nadie;
montaña rusa de sentimientos,
entre querer y olvidarte está el tiempo.

Ya no vale montar el andamio
con los besos que una vez nos dimos
pa` llegar a mi luna gitana
que en un ataque de tu soledad
mueve con arte y gracia sus manos
para tocarte si yo no lo hago.

Perdí el tiempo bailando con la fea,
olvidé en la carcel a la mala
y avandoné al ocaso a la buena:
cansada de tan larga espera
abre las piernas por donde quiera
"confundo antónimos de amor" dice.

Sin irme se me olvidó el volver.
Un truhán es solo medio gañán
que no miente si dice "te quiero",
pero sí te esconde media verdad
cuando calla más de lo que dice
sabiendo que todo es pasajero.

viernes, 19 de abril de 2013

Jugando al escondite

Incluso un hasta nunca mal medido,
con las idas y venidas de la vida,
puede convertirse en un hasta luego
precipitado y dañino con el tiempo.
O puede convertirse en un hasta siempre
y dejar de lado el siempre por siempre.

Incluso un hasta nunca mal medido
me puede llegar a ser alegre,
por mucho que me lo niegues, puta mía,
siempre que me pierdo en otra caderas
y me doy cuenta que fuiste un juguete
del que jamás supe deshacerme.

Tal vez por mi comportamiento estúpido
o por enredarme entre las sábanas
de las que no pude despegarme a tiempo.
O puede que haya sido yo el juguete
al que dejaste ganar por momentos
para entretenerte cuando te aburres.

Puede que tu nunca
y a veces mi tal vez
no sean tan distintos
como en ocasiones pensamos,
o que me llames por momentos
y hagas que te has equivocado.

También es probable
que juegue al despiste,
que lo haga tan bien
que ni yo me encuentre,
tan sumamente bien
que sea inocente.

martes, 16 de abril de 2013

Porque eres diosa y puta

Porque de día eres más que una diosa
y das un giro completo al atardecer
para ser la más puta de la noche,
porque te haces desear entre los hombres
pero nunca te bajas del todo las bragas
por el temor de llegar a enamorarte.

Porque dejas entreabierta la ventana
para que entre a tu cuarto quien quiera
y sin embargo nunca estás acostada,
porque siempre quieres darte por completo
y desconfías de todos los que te aman
por darte más importancia de la que tienes.

Porque solo muestras una fachada
y a pocos puedes mostrar tus adentros
para no ser más codiciada de lo que eres,
porque siempre miras con ojos de gata
pero te mueves como una pantera
y eres capaz de secar al más candente.

Porque no tienes más templo que tus piernas
y sabes de todo lo que eres capaz
aunque nunca lo hagas por pena,
porque también eres común y única,
porque eres demasiado grande en ideas
y sin embargo tienes la lengua corta.

Porque sabes combinar con gracia
ser gata, diosa, puta y pantera,
porque no tienes nada que envidiar
a las musas que tanto invocan los poetas.
Por esto y por los lunares que escondes
es por lo que sigues rondando en mi cabeza.

domingo, 14 de abril de 2013

Comerte y beberte

Intentarlo a ciegas
y comerte de lleno la boca,
saciarte a medias
por dejarte insatisfecha y volver a repetir,
apagar el fuego
para avivar al rato las cenizas.

Robarte el alba
recuperando todos tus gemidos,
dejar el colchón
en el suelo y llevarte al Nirvana,
torcer la vista
y moverte como una pantera.

Apagar la luz
y que parezca congelarse el tiempo,
dormir contigo
solo en sueños por miedo al rechazo,
estarme quieto
por verte crear una hilera de pasos.

Sentirme vivo
y morir de noche si no abres las piernas,
quererte siempre
y olvidar mi amor en cinco minutos,
beberte toda
y tener sed de ti a cada instante.

Contar las veces
que muero al día por imaginarte,
romper las fotos
y tenerte grabada al milímetro,
desgrabar las horas,
robarte el sueño,
tenerte lejos
y en mis tiempos libres describirte.

viernes, 12 de abril de 2013

El culo de mi escalera

Mi escalera se ha quedado sin peldaños,
han perdido el rastro
del culo más bonito que nunca ví,
a medio construir,
a medio construir ha quedado en el olvido.

Mi escalera está hecha de barro,
el mismo en el que me hundo
cada vez que intento escribir
y cometo sin querer el descuido
de darte rienda suelta.

No encuentro nada y tampoco lo busco,
ya no busco tus manos,
ni adornarme en tu pecho.
No quiero correr para alcanzarte,
fumo en exceso y muero.

Si en algún momento te preguntan por mí
di que me perdiste de vista
mientras subía la escalera abandonada,
corriendo tras el rastro
del culo más bonito.