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miércoles, 5 de febrero de 2014

Parte de todo.




Quiero ser un poco de luz,
De agua fresca, de nubes y campo,
Quiero ser un poco de risa y llanto,
De agua estancada y viento,
Quiero ser parte de la naturaleza,
De nada, de vida y de muerte,
Quiero ser Dios y demonio,
Verdugo, juez y algo tirano.

A veces lo soy todo si formo parte de ti,
A veces soy todo y me pierdo en la nada
Porque quiero ser parte del mundo,
Del tiempo, del dolor y rebeldía.

Quiero ser un poco de tu espejo,
De tu pecho, de tus piernas y tu cara,
Quiero ser un poco de tu pelo y tus rizos,
De tu calor, de tus pies y tus anchas.
Quiero ser de ti todo un poco,
Pero si hay algo que me mata
Es querer ser un poco de tus ansias.

lunes, 4 de noviembre de 2013

La he visto.

Se sienta con aire distinto
creyéndose diosa suprema
distinguida en tierra de mortales,
pero jamás pudo guiarse
en la carrera de su vida.

La he visto ser ella misma
y puede que también otras tantas,
otras que me recuerdan a ella
pero que no llegan a su altura,
por eso se deja soñar
y follarse también a ratos.

La he visto bailar como ninguna
y besar también como nadie,
la he visto gozar consigo misma
para verstirme acompañada
de versos sueltos sobre la cama.

A veces sé todo lo que piensa
y me cuentan sus ojos lo que calla
cuando no quiere verse en el espejo
pero se quita la ropa para mi.

La he visto, olido y palpado,
por eso estoy un peldaño por encima
de todo aquello cuanto me rodea,
aunque a veces esté debajo
y me deje perder entre sus piernas.

El día oscurece, aquí llega,
me silva para que encuentre el camino
que me lleva directo a su pecho;
yo me dejo guiar como distraido
pero siempre sé a dónde me lleva.

jueves, 24 de octubre de 2013

A escondidas

Me gusta esconderme en el silencio de tus besos
y poder perderme en los caminos de tu cuerpo,
la fragancia de tus labios y los que no lo son,
tus formas de convencer sin nunca negar nada
y tu forma de expulsar el aire entre caladas.

Me gustas cuando te vistes de monja indecente
para aparentar ser una puta reformada,
tu forma de beber como un ruso desfasado,
las manera sque tienes para mirar de reojo
y puede que cuando te pones a cuatro patas.

Que únicamente cuando ella dice -te quiero-
solo los tontos clavan sus miradas al suelo
sin poder atreverse tampoco a mirar al cielo,
y es posible que sepan que no se los merecen
o es posible que les entre pavor de escucharlo.

Admito que tambíén formo parte de esos tontos,
aunque solo mi alter ego me permita amarla
a escondidas sin que ella quiera o pueda enterarse.
Pero a veces levanto la mirada del suelo
para encontrar los motivos de por qué la quiero.

martes, 15 de octubre de 2013

Cuando te como la boca.

Mis dedos huelen a tu sexo que nace en tus labios,
impregnándome gota a gota su aroma
para dejarse morir cada noche en mi boca
cada vez que te como los labios.

Te recreas y gimes y galopas
y envuelves mi frío cuerpo con tu calor
cotidiano que tantas veces buscamos
para dar gusto al placer de fundirnos
y, minutos despues, separarnos.

Cuando te como los labios
se hinundan todos los paraísos
que se abren a las puertas de tu ropa
para dejarme morir por siempre
y ahogarme en cada noche
que te abres y cierras, y te posas.

El mundo entero se detiene
cada vez que como los labios
para empezar a girar alrededor
de una habitación en penumbras
cuando pasas el calor de tus labios a mi boca.

miércoles, 9 de octubre de 2013

La carrera.

Somos dos gotas de agua idénticas
que se deslizan sin fin
de tus pechos a tus piernas saboreando
todos y cada uno de tus centímetros.

Son dos gotas que saben a ti,
y por mucho que me esfuerce
e intente encontrarlas en otro sitio,
no se parecen a cualquiera.

Aún siguen bajando por el pecho
y se deslizan, con suavidad, por las caderas,
para perderse como nunca lo hicieron,
como jamás pudieron soñar
para poder llegar a tus piernas.

Es un polvo hecho travesía
marcado por el ritmo de nuestros cuerpos
que no quieren bajar el ritmo
para que puedan, esas dos gotas,
terminar su carrera.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Yo y mi imaginación

Mis manos superan a mi imaginación
para abrazarte en lo más profundo de mi pensamiento
y a veces, puta mía,
dar rienda suelta a mi deseo
de jugarme la vida y la boca
por un poco más de ti,
por seguir moridiendo tus labios
o perderme a tientas en tu mirada.

A veces te busco como el que no busca nada
para encontrarte desnuda en mi cama,
o vestida a sus pies
porque quieres que sea yo quien te desnude
y sin embargo no sabes que eso
ya lo hago desde hace tiempo con la mirada.

Es cierto que nunca imaginaste el momento
de llegar al punto de unir tu tripa
a la de un fiero y solo poeta herido,
o que buscarías dos besos de más
para humedecerte las bragas
sin traerte recambios.

A veces, solo sueño con estar despierto.
A veces.
Otras con el imposible de quitarte la ropa
y verte desnuda sobre mi cama;
lo cierto es que tengo una imaginación poderosa,
tanto
que nucan sé a quién le escribo
y si me paro a pensarlo me digo
-y a mí ¿qué coño me importa?-

domingo, 1 de septiembre de 2013

Ella.

Ella.
Ese puto único motivo que,
cuando se acuesta desnuda en mi cama,
hace que el sol sienta ganas
de rebotar entre las paredes
de un cuarto sin ventanas
para no poder molestarnos.

Ella.
El punto de inflexión y meta
que realizan a diario mis dedos,
tocando al viento cuando se balancea
para no molestar su desaire.

Ella y, solo ella, consigue que no sea nadie.

Ella.
Creadora de los mejores versos
sin necesidad de plasmarlos en papel
porque tiene quien pierda el tiempo en su nombre
y, sin embargo, no salen tan perfectos
porque son reductos de alusiones.

Ella.
Domadora y bestia de mi bandera,
patria de la ciudad de sus piernas,
estandarte de musas y diosas,
responsable de todos los motivos
por los que hablo y escribo
y que me falten las palabras
para decir siempre lo mismo,

que es ella.
Solo ella.
Variante y causa inamovible
pero, solo, cuando no está conmigo.