Jugándome al giro de una moneda
olvidarte o recordarte
da igual del lado que caiga,
siempre toca retenerte.
Cuando tu recuerdo
demabula como un sereno
por las calles de mi memoria
y sigues molestando.
Tocando las narices
como lo quiere mi diosaputa,
jodiendo a diario
tal y como a ella se le antoja.
Con las manos llenas de escarcha,
mañanas calurosas,
tardes tristes
y noches congeladas.
Solo puedo quererte hasta los huevos
cuando el calor ahoga
y el frío aprieta
en el momento equivocado.
Aquí me tienes jugándote a suertes
con el giro de una moneda
a cara
o cruz.
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