Esta mañana me han abierto los ojos
y llamo musas a novias ajenas,
besos de muerte y coños entrecerrados
que no saben al tuyo,
que no se aliñan con mi lengua.
A veces pienso que sobran seis tequilas,
me falta en exceso una mujer
pero al perderla puede que gane
un poco de aventura,
viajes a bosques desconocidos.
El viaje que quiero emprender
está en tu pradera rasurada
y en tus colinas nevadas.
Peor para mi desdicha,
dejé el bastón en casa.
Eres mi mujer veneno,
también mi mujer imán;
yo solo busco el antojo
que guardas entre las patas.
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