¿El único fallo que cometieron?
Mientras ella maullaba a la luna
él ladraba al sol, y aun estando
siempre juntos no eran compatibles.
pero ahí sigue el perro ladrando
al sol como esperando a que llegue
su gata de caza, que no tiene
y no tuvo al parecer retorno.
Ladra porque no le quedan lágrimas
y ya no lo quieren ni sus pulgas;
cansadas ya de tantos ladridos
se fueron a la piel de su gata.
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