Me cansa soñar, vivir, reír, ser libre,
estar solo, pagar por mis errores
pretéritos y por mi poca fama;
también diré que ella a mi ya no me ama.
No tengo ilusiones sino reproches,
si a veces me enternezco por las noches
sigo en su mirar un rayo de plata
que me cobije en la madrugada.
Podría pensarte casi siempre en vano
soñando que aún sigues a mi lado,
que nuestros cuerpos siguen siendo el mismo:
Vuelven a mí fantasmas del pasado
que creía tener hace tiempo olvidados
entre el alcohol y el humo del tabaco.
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